GEORGES IVANOVICH GURDJIEFF – 2

G.I.GURDJIEFF – Las etapas de la Gran Iniciación – (II)

En enero de 1900, los Buscadores de la Verdad acuden otra vez a él para que les acompañe en una nueva expedición a la India.

Ciudad de Benarés y rio Ganges. 1907.

                            Ciudad santa de Benarés y el rio Ganges. 1907.

Durante ese viaje, Gurdjieff descubre un monasterio en el que se ha perpetuado la exacta tradición iniciática esenia del “Maestro de Justicia”. G.I.G. hablará toda su vida con el mayor respeto de ese misterioso centro esotérico cuya enseñanza habrá sido decisiva para la formación de su propio sistema, sobre todo para su interpretación neopitagórica de los números, así como del ritmo y de las vibraciones musicales aplicados a las estructuras del cosmos y del cuerpo humano.

Lhasa, la capital del Tibet. 1916

                                            Lhasa, la capital del Tibet. 1916

Durante una docena de años, hasta 1913, Gurdjieff recorre millares de kilómetros, en la India, el Tibet y Mongolia. Va de secta en secta, de monasterio en monasterio. Estudia todas las técnicas de meditación, todos los ejercicios físicos que aspiran al desarrollo integral de la conciencia. Adquiere un particular dominio de ciertos procedimientos hipnóticos; quiere dar salida a sus poderes ocultos y, al mismo tiempo, hacer fortuna conviertiéndose en curandero.

Yurtas de Mongolia. Pintura de Nicolas Roerich.

                            Yurtas de Mongolia. Pintura de Nicolas Roerich.

“Liquidando todos mis asuntos – escribirá – y movilizando mi material, comencé a coleccionar todos los textos y las informaciones orales que sobreviven aún en ciertos centros asiáticos en torno a esa ciencia que estuvo altamente desarrollada en los tiempos antiguos y que se llamaban “majaness”, nombre que significa la acción de eliminar la responsabilidad”.

XIII Dalai-Lama. Tubten Gyatso. 1876-1933.

                             XIII Dalai-Lama.  Tubten Gyatso. 1876-1933.

Gurdjieff pretenderá más tarde haber sido preceptor del Dalai-Lama; pero esa estancia en el Tibet es discutida por muchos, especialmente por A. David-Neel. Había, sí, en Lhasa, un cierto lama llamado Dorjieff, pero nada permite afirmar que se tratase de G.I.G. Éste es uno de esos numerosos misterios de esa vida tan rica en enigmas. Gurdjieff tenía esa costumbre, tan oriental, y que en él era casi un método de enseñanza, de mezclar continuamente lo maravilloso y lo real. Ver en ello señal de engaño equivaldría a desnaturalizar el personaje.

Lama Agvan Dorjiev

                          Lama Agvan Dorjieff

Entre 1910 y 1913, se lanza a innumerables empresas financieras y aventuras comerciales. Siempre esta vida doble. Escuchémosle:

“Firmé contratos con particulares o con el estado para aprovisionar material y construir líneas de ferrocarril o carreteras; abrí diversas tiendas; regenté cinematógrafos, restaurantes (…). Pero el negocio que más prefería era el comercio de alfombras y antigüedades, que aun siendo provechoso, me permitía elegir libremente mi residencia y horas de trabajo. Cuando llegué a Moscú, a finales de 1913, con el propósito de llevar a la realización práctica lo que yo consideraba como una idea sagrada, había amasado una suma de un millón y medio de rublos, sin contar dos colecciones de un valor inestimable…”

Cuando estalla la guerra de 1914, Georges Ivanovich Gurdjieff tiene algo más de 40 años. Está en la plenitud de sus facultades físicas y mentales. Puede comenzar a dar al mundo el fruto de veinticinco años de experiencias y de profundización en los secretos del Universo.

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