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Tributo a Don Juan & Carlos Castaneda – 7

Sólo Se Vive Dos Veces – Parte 7

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MASA CRITICA

(Carlos Castaneda, el legendario brujo habla con Bruce Wagner acerca de Don Juan, de la libertad, del ensoñar, y de la muerte – y las cosas graciosas que suceden camino al infinito)

Me reuní con Castaneda y “las brujas” por un periodo de mas de una semana en restaurantes, cuartos de hotel y centros comerciales. Son atractivos y vibrantemente juveniles. Las mujeres visten discretamente con un toque chic casual. No los notarias entre la multitud y ese es el punto. Yo detecte a un neoyorquino afuera del café del Regent Beverly Wilshire. El anuncio de Drambuie parecía particularmente engañoso: “Inevitablemente, no importa que tanto luchemos, de un modo o de otro, un día nos convertimos en nuestros padres. En vez de resistir esta idea, lo invitamos a celebrar este rito de aceptación con un exquisito licor…” Don Juan se reía en su tumba – o fuera de ella, lo que trajo un cumulo de ideas a mi cabeza: ¿Donde se encontraba el? ¿En el mismo lugar del que regreso Carol Tiggs? Si así era, eso significaba que el viejo nagual era capaz de regresar igual? En el Fuego Interior Castaneda escribió que

don Juan y su grupo se desvanecieron

en algún punto en 1973

catorce navegantes partieron,

a la “Segunda atención.”

¿Que es exactamente la Segunda atención? Todo me parecía claro cuando leía los libros. Busque en mis notas. Había garabateado “segunda atención = conciencia acrecentada” en el margen de una pagina pero eso no ayudaba. Impaciente, hojee rápidamente a través de El Poder del Silencio, El Don del Águila, Viaje a Ixtlan. Aunque había mucho de principio a fin que yo no entendía, las bases habían sido explicadas a fondo coherentemente. ¿Por que no podía yo retener ninguna de ellas en mi cabeza? Estaba reprobando Brujería 101.

Ordene un capuchino y espere. Deje que mi mente divagara. Pense en Donner-Grau y los monos Japoneses. Cuando había hablado con ella por teléfono para arreglar una entrevista, ella había mencionado a Imo. Todos los estudiantes de antropología saben de Imo, el famoso macaco. Un día Imo espontáneamente lavo una papa dulce antes de comerla; en poco tiempo, los macacos de toda la Isla lo imitaron. Los antropólogos podrían llamar a esto comportamiento “cultural”, pero Donner-Grau dijo que era un perfecto ejemplo de masa critica -intersubjetividad mona.

Female Japanese macaques (Macaca fuscata) in a hot spring to keep warm, only females and young bathe, Jigokudani, Joshinetsu Kogen NP, Nagano, Japan

Castaneda apareció. Sonreía ampliamente, estrechó mi mano, y se sentó. Estaba a punto de hablarle de los monos cuando empezó a sollozar. La frente arrugada; todo su cuerpo convulsionado en un lamento. En un instante estaba jadeando como un fanático arrojado del tanque. Su labio inferior mordido, mojado y electrificado. Su brazo desplegado hacia a mi, la mano paralizada y temblando -entonces la abrió como esa flor que florece de noche en la Tiendita de los Horrores, cuando se abría para recibir a las almas.

macaco-100

¡Por favor!” Declaro un tímida tregua con sus músculos faciales solo para escupir las palabras. El me llego hasta lo mas hondo con su desesperada suplica “!Por favor quiéreme¡” Castaneda sollozaba de nuevo, un descompuesto hidrante borboteando, paso de lo sublime a lo ridículo sin esfuerzo convirtiéndose en una obscena contracción lloriqueante. “Eso es lo que somos: simios con una taza de metal. Tan rutinarios, tan debiles. Masturbatorios. Somos sublimes, pero al simio demente le falta la energía para ver -así que la mente de la bestia prevalece. No podemos agarrar nuestra ventana de oportunidad, nuestro ‘centímetro cubico de suerte.’ ¿Como podríamos? Estamos demasiado ocupados sujetando la mano de mama. Pensando que maravillosos somos, que sensibles, que únicos. No somos únicos. Los escenarios de nuestras vidas han sido ya escritos,” dijo con una amplia y siniestra sonrisa “por otros. Lo sabemos… pero no nos importa. Al carajo, decimos. Somos los máximos cínicos. ¡Coño! ¡Carajo! ¡Así es como vivimos! En un tibio arroyo de estiércol. ¿Que nos han hecho? Eso es lo que Don Juan solía decir. Solía preguntarme ‘¿Como esta la zanahoria?’ ‘¿Que quiere decir?’ ‘La zanahoria que te metieron en el trasero.’ Me sentía terriblemente ofendido; ¡el realmente podía hacer eso conmigo! Ahí es cuando me decía ‘Agradece que no le hayan puesto todavía una agarradera.’

Sus caricaturas eran divertidisimas, brutalmente precisas

Pero si tenemos una oportunidad, por que nos quedamos en el arroyo?” “Es muy calientito. No queremos irnos -odiamos decir adiós. Y nos preocupamos -uuu-fa, como nos preocupamos – ¡veintiséis horas al día! ¿Y de que crees que nos preocupamos?” Sonrío de nuevo, como un curioso gato de Cheshire. “¡Sobre mi! ¿Que hay de mi? ¿Que hay en ello para mi? ¿Que me va a pasar a mi? ¡Cuanta egomania! Tan horrendo. ¡Pero fascinante!”

Tenemos que aprender a soltar las cosas

Morimos aferrados a souvenirs

Debemos de vernos a nosotros mismos

como seres que van a morir

Le dije que sus opiniones parecían un poco rudas, y se rió. “Si,” dijo, en el ridículo tono constipado, autoritario de un académico “Castaneda es un anciano amargado y demente” Sus caricaturas eran divertidisimas, brutalmente precisas. “El simio codicioso alcanza una semilla a través del enrejado y no puede renunciar al control. Hay estudios; nada lo hará soltar esa semilla. La mano seguirá sujetándola aun después de cortarle el brazo -morimos aferrados a la mierda. ¿Pero porque? Es eso todo lo que hay -¿como decía Miss Peggy Lee? Eso no puede ser; Eso es demasiado horrendo. Tenemos que aprender a soltar las cosas. Coleccionamos recuerdos y los metemos en libros, pedazos de los boletos de un show en Broadway de hace diez años. Morimos aferrados a souvenirs. Ser un brujo es tener la energía, la curiosidad y las agallas para soltar, para dar un salto mortal hacia lo desconocido -todo lo que uno necesita es un reacomodo, una redefinicion. Debemos de vernos a nosotros mismos como seres que van a morir.

venadios

Una vez que aceptas eso, mundos se abren para ti. Pero para abrazar esta definición, debes de tener ‘agallas de acero.’

Marzo 1994 Details Magazine – traducción Alfonso Estudillo R.